Te vi...y qué importa si el depósito era en caja de ahorro?Y qué importa si me pasé cinco cuadras, si protesté hace dos minutos por vivir acá, si me muero de sed y el banco ya cerró y el 42 no viene...qué importa?Me invitaste a soñar como doscientas historias aunque no sepa ni tu nombre, ni tu edad; y que más da, si somos dos desconocidos, si nunca más nos vamos a volver a ver.
Lograste hacer en cinco segundos lo que otro no pudo en días, semanas, aunque le haya dedicado doscientas historias también, y creéme que mucho más sentidas, o al menos así me parecía.Pero hay una diferencia: con él ya hablé, él de alguna manera ya forma parte de mi vida.Quizás hubiese preferido guardarlo en un recuerdo así, con el misterio de una sonrisa y una mirada rápida y casual, pero mucho más espontánea que algunas otras, forzadas por quedar bien o llamar la atención.
No es irreal el pensar que aquella mirada breve(pero hermosa) de un desconocido vuelva a mi cabeza algún día provocandome una sonrisa, siendo esa la misma que me corte por un rato el llanto y la angustia que me dejó aquel que quería, el que conocía, con el que seguro hubo más miradas y sonrisas, pero no iguales a esa.El tiempo se encargó de hacermelas recordar con algo de pena, quién sabe por qué...a veces pienso que hubiese sido mejor no llegar a conocerte.
No hay comentarios:
Publicar un comentario